Las ciudades firmantes se comprometen a actuar para respaldar la implantación del objetivo europeo de neutralidad climática en 2050, contenido en el Pacto Verde Europeo, y la adopción de un enfoque común para el impulso de la mitigación y la adaptación al cambio climático.
Para traducir su compromiso político en medidas y proyectos prácticos, los firmantes del Pacto se comprometen a presentar, en los dos años siguientes a la fecha de la decisión de su consejo local, un Plan de Acción para el Clima y la Energía Sostenible (PACES) en el que se esbocen las acciones clave que se pretende acometer. El plan incluirá un Inventario de Emisiones de Referencia para realizar el seguimiento de las acciones de mitigación y una Evaluación de los Riesgos y Vulnerabilidades Climáticos.
Propondrá medidas de mitigación y adaptación, para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones comprometidos y para aumentar la resiliencia del término municipal frente a la frente a las amenazas relacionadas con el cambio climático.
Antes del año 2025 el plan deberá incluir medidas de lucha contra la pobreza energética.
Este valiente compromiso político marca el inicio de un proceso a largo plazo en el que las ciudades se comprometen a monitorizar la implantación de sus planes cada dos años.
El Pacto de las Alcaldías para el Clima y la Energía – Europa está abierto a todas las autoridades locales democráticamente constituidas con/por representantes electos, independientemente de su tamaño y del estadio de implantación de sus políticas en materia de energía y clima.
Las autoridades locales vecinas de pequeño y mediano tamaño pueden también, en determinadas condiciones, decidir unirse como un grupo de firmantes.
Los compromisos para los firmantes del Pacto están ligados al marco político de la UE en materia de clima y energía: el paquete por el clima y la energía para 2020 para los firmantes que se han incorporado entre 2008 y 2015, y el marco por el clima y la energía para 2030, así como la Estrategia de la UE para la adaptación al cambio climático en el caso de los firmantes que lo hayan hecho después de 2015, y el Pacto Verde Europeo para los que hayan sumado al Pacto a partir de junio de 2021.
Los firmantes del Pacto se comprometen a adoptar un enfoque integrado a la mitigación del cambio climático y la adaptación a este. Se requiere que preparen, en los primeros dos años de su adhesión, un Plan de Acción para El Clima y la Energía Sostenible con los objetivos de recortar las emisiones de CO2 en al menos un 55% para 2030 y un 80% para 2050, como mínimo acordes a los objetivos nacionales y aumentar la resiliencia al cambio climático. Además, antes de 2025, deberán haber puesto en marcha medidas para luchar contra la pobreza energética.