O las empresas adoptan modelos de economía circular y reducen el riesgo futuro de la cadena de suministro o no contarán con la aprobación de los consumidores. Esta es la principal conclusión del informe “Circular economy for a sustainable future: How organizations can empower consumers and transition to a circular economy” del Instituto de Investigación Capgemini.
Los consumidores se inclinan ahora por las compañías que adoptan prácticas circulares, exigiendo a las empresas que sean responsables. El informe referenciado recoge que más de siete de cada diez consumidores quieren adoptar prácticas circulares tales como la reducción del consumo global (54%), la compra de productos más duraderos (72%), y el mantenimiento y la reparación de los mismos para aumentar su vida útil (70%).
Casi el 50% de los consumidores cree que las organizaciones no están haciendo lo suficiente para reducir, reutilizar y reciclar los residuos en todos los sectores, y el 67% espera que las empresas sean responsables cuando anuncian productos y no fomenten el consumo excesivo.
Hay más concienciación y preocupación de los ciudadanos por los problemas vinculados a los residuos y al agotamiento de los recursos. Tres de cada cinco (60%) citan la falta de información suficiente en el etiquetado de los productos (sobre el origen, la reciclabilidad, el contenido reciclado, etc.) como razón para no emprender acciones circulares positivas. Otro 55% dice que el gasto es una barrera para reutilizar los productos, aunque más de la mitad (53%) declara que no quiere adquirir dicho compromiso. Este es un resultado derivado del auge del comercio electrónico de los últimos 10 años, que ha impulsado el deseo y las expectativas por las oportunidades de bajo coste a través de los principales minoristas que ofrecen servicios de entrega al día siguiente o incluso el mismo día.
Aunque existen esfuerzos normativos, como la iniciativa de la UE sobre el "derecho a la reparación" para prolongar la vida útil de los productos, Capgemini considera que las empresas también deben tomar partido y establecer sus propios mecanismos.
Actualmente, los enfoques circulares de los consumidores se centran principalmente en la fase posterior al uso. Por ejemplo, el 58% dice que separa y elimina los residuos de los alimentos después de su uso, pero sólo el 41% de reconoce que compra alimentos que utilizan un embalaje mínimo.
El informe revela que hay un alto grado de concienciación en nuestro país. Por ejemplo, el 88% de los españoles es consciente de todos los alimentos que se desperdician cada año, mientras que la media mundial es del 79%; el 63% sabe que casi el 85% de los textiles acaban en los vertederos cada año frente al 51% de la media global). No obstante, más de cuatro de cada diez(45%) no son conscientes del impacto medioambiental de sus elecciones de consumo, ya sea en la compra, utilización o desecho de productos.
El 48% quiere adquirir productos reciclables o fabricados con materiales reciclados y el 52% declara comprar en exclusiva a marcas que se centran en prácticas circulares y sostenibles, especialmente cuando se trata de productos de cuidado personal e higiene.