La Comunidad gallega vivió un mes de abril muy cálido y con precipitaciones normales. Así se desprende del avance del último informe climatológico de Meteogalicia, que concluye que el cuarto mes de 2021 quedó caracterizado, en general, por las situaciones anticiclónicas, interrumpidas por la llegada de zonas de aire frío en altura que ocasionaban la presencia de chubascos de carácter tormentoso.
Esta situación hizo que las temperaturas medias estuvieran por encima de las esperadas en esta época del año; mientras que las lluvias sí se situaron muy próximas a las esperadas, incluso en algún punto del interior el mes puede considerarse húmedo.
En abril hubo un predominio de jornadas anticiclónicas en las que los valores eran elevados, principalmente durante las tardes y también jornadas tormentosas con chubascos, pero sin frío. Las temperaturas medias estuvieron en general por encima de los valores esperados en el cuarto mes del año ya que tuvimos pocos días de frío.
El valor medio de las temperaturas máximas registradas el mes pasado para el conjunto de Galicia fue de 16,9 ºC. El valor más alto se registró en el Miño ourensano, con una temperatura que superó los 21 ºC.
En relación con las precipitaciones, estas no estuvieron muy alejadas de los valores que se pueden esperar en un mes y abril, tanto en cantidad acumulada a lo largo del mes como en número de días de lluvia. La precipitación media acumulada fue de 105 L/m2 y las cifras más elevadas se alcanzaron en la Sierra do Suído; mientras que los valores más bajos se dieron principalmente en algunas localidades de la comarca de Valdeorras, con registros próximos a los 40 L/m2
Borrasca ‘Lola'
La Comunidad gallega no fue ajena el paso de la borrasca Lola. Tal y como se recoge en el informe elaborado por Meteogalicia, a partir de la jornada del 22, en Galicia disminuyó la inestabilidad, pero de manera muy transitoria, pues en el Atlántico, alrededor de las Azores, comenzaba a formarse la borrasca.
Así, entre los días 23 y 26, la borrasca Lola quedó aislada de la circulación general, localizándose entre las Azores y la Península Ibérica. Desde esa posición aportaba aire cálido en superficie pero frío en altura, de manera que las tormentas fueron muy generalizadas en este período, particularmente los días 24 y 25.