La UE se esfuerza por convertirse en el primer continente climáticamente neutro para 2050, como se destaca en el Pacto Verde Europeo, y las energías renovables en alta mar son, por lo tanto, de importancia clave.
La energía renovable en alta mar consta de muchas fuentes diferentes que son abundantes, naturales y limpias, como el viento, las olas y las mareas. Esto evita algunos de los desafíos a los que se enfrentan las energías renovables en tierra: colinas, edificios, carreteras u otras actividades humanas que dificultan la conexión a la red, incluso si enfrentan desafíos adicionales, como la competencia por el acceso al espacio marítimo.
La energía de los océanos puede aprovecharse mediante tecnologías modernas sin emitir gases de efecto invernadero, lo que convierte a las energías renovables en alta mar en una piedra angular potencial de la transición hacia las energías limpias en la UE.
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