La Comisión Europea ha propuesto hoy introducir la próxima generación de recursos propios para el presupuesto de la UE con la propuesta de tres nuevas fuentes de ingresos. Se prevé que estas nuevas fuentes de ingresos generen, cuando hayan alcanzado su velocidad de crucero entre los años 2026 y 2030, una media de hasta 17 000 millones de euros anuales para el presupuesto de la UE.
Los nuevos recursos propios propuestos hoy contribuirán a reembolsar los fondos recaudados por la UE para financiar el componente de subvención de NextGenerationEU y también financiarán el Fondo Social para el Clima. El comisario responsable de Presupuesto y Administración ha declarado que con estas nuevas medidas se sientan las bases para el reembolso de los fondos NextGenetarionEU y se proporciona un apoyo esencial al paquete de medidas Objetivo 55, mediante la puesta en marcha de la financiación del Fondo Social para el Clima.
El Fondo Social para el Clima garantizará una transición socialmente justa y apoyará a los hogares vulnerables, a los usuarios del transporte y a las microempresas para que financien inversiones en eficiencia energética, nuevos sistemas de calefacción y refrigeración y una movilidad más limpia, así como, cuando proceda, ayudas directas temporales a la renta. La dotación financiera total del Fondo corresponde, en principio, a un importe equivalente a alrededor del 25 % de los ingresos previstos del nuevo régimen de comercio de derechos de emisión para los edificios y el transporte por carretera.
El paquete de medidas «Objetivo 55», adoptado en julio de 2021, tiene por objeto reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en la UE al menos un 55 % de aquí a 2030, en comparación con los niveles de 1990, para seguir avanzando hacia la neutralidad climática de aquí a 2050. Este paquete incluye una revisión del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE.
Una de las fuentes de recursos propuestas consiste en la instauración mecanismo de ajuste en frontera por carbono, propuesto también por la Comisión en julio de 2021, es reducir el riesgo de fuga de carbono ya que anima a los productores de países no pertenecientes a la UE a hacer que sus procesos de producción sean más ecológicos. Fijará un precio del carbono presente en las importaciones, correspondiente al que se habría pagado si las mercancías se hubieran producido en la UE. Este mecanismo se aplicará a unos sectores específicos seleccionados y es plenamente conforme con las normas de la OMC.
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