La Xunta iniciará la próxima semana la tramitación de la primera Ley del clima de Galicia, con el inicio de la consulta pública previa. Así lo anunció esta mañana la conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ángeles Vázquez, que compareció a petición propia en el Pleno del Parlamento, para dar cuenta de los retos en materia de cambio climático del departamento que dirige.
La conselleira explicó que este texto nace con el objetivo de completar el marco normativo gallego, para así contribuir a la consecución de la neutralidad climática en 2050; y de establecer un nueva orden general de prioridades en la política, economía, industria y, asimismo, en la vida cotidiana.
Indicó que estará en marcada en los objetivos de la Agenda 2030; tendrá como base la Estrategia gallega de cambio climático y energía 2050, para acelerar el camino que garantice la preservación de los recursos naturales y la recuperación y fortalecimiento de la actividad económica; y asumirá las actuaciones que impulsen ya en 2030 la reducción de un 55% de las emisiones en la Unión Europea, respecto de 1990.
En ese sentido, destacó que la futura ley reconocerá el clima de Galicia como “sujeto de derecho” e incluirá la preocupación de la sostenibilidad de los sistema social gallego, para responsabilizar a las generaciones futuras.
Según la conselleira esto también implica apostar por un sector industrial y tecnológico sostenible, por el despliegue de las energías renovables, la consecución de la eficiencia energética, el desarrollo de una movilidad sostenible y el reequilibrio y valoración de los servicios ecosistémicos del entorno rural. Es decir, “promover un crecimiento sosegado que apueste por una transición ordenada”, resumió la conselleira.
Ángeles Vázquez destacó que la lucha contra el cambio climático, y sus efectos, es una cuestión cuya solución precisa de la implicación del conjunto de la sociedad, por eso este mismo año verá la luz la Alianza gallega por el clima, en la que se espera contar con la colaboración de los agentes sociales y económicos. En ese sentido, el primer paso para hacer esta iniciativa una realidad será disponer del documento de compromiso de adhesión, que según avanzó la conselleira, estará listo en este primer trimestre.
Explicó que esta alianza está pensada como una red de organizaciones que impulsen la economía circular y mejoren el medio ambiente, dando a conocer fórmulas de producción responsable, que ayuden a desvincular el crecimiento económico y la degradación ambiental.
Destacó que también estará abierta a organizaciones ambientales, científicas y académicas, para que aporten sus conocimientos en la mejora de las prácticas medioambientales. Su experiencia será fundamental para definir y priorizar estrategias comunes, impulsar iniciativas de mejora, reconocer públicamente la implicación con la mejora del medio ambiente y, sobre todo, identificar los factores, brechas de conocimiento y de gestión que obstaculizan que las organizaciones y entidades asuman un compromiso medioambiental.
Defendió el trabajo del Gobierno gallego para que sea una realidad en 2022 y adelantó también la creación de una oficina técnica, que canalizará el trabajo, y la creación de un reconocimiento a las mejores prácticas medioambientales.
En todo caso, adelantó que el Consello de la Xunta de esta semana aprobará la declaración ante la emergencia climática en la Comunidad, con la que reiterar el compromiso del Gobierno gallego para frenar los efectos de este fenómeno global.
La conselleira de Medio Ambiente destacó que la Xunta lleva años actuando bajo una única premisa: Galicia es parte de la solución al problema del cambio climático. “Una senda en la que se avanzan pasos seguros, tal y como demuestra la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero en un 23,8%, respecto de 1990”, defendió.
Destacó que para afianzar esta posición activa se apoyó en el capital técnico y humano de la Comunidad, como son los técnicos y profesionales del Laboratorio de medio ambiente de Galicia o de Meteogalicia, este último un referente climatológico y científico, tanto a nivel nacional como europeo, en la actualidad. Galicia es, junto con Cataluña y País Vasco, una de las tres comunidades que cuenta con un servicio de información meteorológica propio, con el que ofrece información detallada sobre la evolución del clima gracias a las infraestructuras punteras con las que cuenta para su trabajo diario.
Recordó que la solución al cambio climático exige una respuesta conjunta, donde “los ayuntamientos tienen mucho que decir y aportar”, por eso -para canalizar sus experiencias e inquietudes- la Xunta asumió el papel de coordinadora del Pacto de las alcaldías por el clima y la energía, al que hoy ya están adheridos 278 ayuntamientos.
Indicó que como no puede ser de otro modo, “la Administración autonómica también se pone deberes”, por eso ya está abordando los trabajos para conocer la huella de carbono de los edificios públicos autonómicos y sus emisión de gases de efecto invernadero. En base a los resultados, se asumirán y se aplicarán las medidas necesarias para convertirla en una administración neutra en carbono en 2040.
Por último, destacó la revisión y actualización constante de la “pionera” Estrategia gallega de cambio climático y energía 2050, cuyo primer plan operativo contempla 171 medidas y una inversión de 1.280 millones de euros entre 2019 y 2023.