A lo largo de 2020 se recogió algo más de un millón de kilos de residuos domésticos en los 20 ayuntamientos de la comarca, que incorporaron 50 contenedores a su red de reciclaje.
La directora general felicita al vecindario por su “compromiso” con la recogida selectiva e incide en la necesidad de seguir mejorando las tasas actuales por la vía del fomento de la información y de la conciencia social para reducir la cantidad de impropios.
Cada vecino de la Ribeira Sacra recicló el año pasado un promedio de 18,06 kg de residuos domésticos al depositarlos de forma separada en el contenedores amarillo (reservados para los envases de plástico, latas y briks) y azul (papel y cartón). Gracias a este esfuerzo, la población de los 20 ayuntamientos lucenses y ourensanos que integran esta comarca logró recuperar en 2020 un total de 1,03 millones de kg de basura a través de la recogida selectiva.
Así lo subrayó la directora general de Calidad Ambiental, Sostenibilidad y Cambio Climático, Sagrario Pérez, que visitó esta mañana el mirador de la bodega Regina Viarum, en Sober, acompañada del regidor, Luis Fernández Guitián, y del representante de Ecoembes en Galicia, Bruno de Llano, para hacer balance sobre el reciclaje de residuos en esta zona.
Sumados en conjunto, los datos de la recogida separada en los municipios lucenses de A Pobra de Brollón, Bóveda, Carballedo, Chantada, Monforte de Lemos, O Saviñao, Pantón, Paradela, Portomarín, Quiroga, Ribas de Sil, Sober y Taboada y en los ourensanos de A Teixeira, Castro Caldelas, Esgos, Montederramo, Nogueira de Ramuín, Parada de Sil y Xunqueira de Espadañedo muestran una tendencia positiva en los últimos años, incluso teniendo en cuenta las dificultades para el transporte y la recogida de la basura características de ayuntamientos con una fuerte dispersión como estos.
En todo caso, en un año marcado por la Covid y los sucesivos confinamientos y gracias también al continuo refuerzo del número de contenedores para facilitar el hábito de reciclar, el vecindario de la Ribeira Sacra logró recuperar el año pasado 8,64 kg de envases ligeros y 9,43 kg de papel y cartón de promedio por habitante.
En este sentido, hace falta subrayar que en 2020 la red de puntos de reciclaje en esta zona se vio ampliada con la instalación de 54 nuevos contenedores amarillos y azules, pasando de los 1.394 que había a comienzos del ejercicio a los 1.448 que tenía al final. De hecho, el ayuntamiento de Sober fue uno de los más reforzados, al incorporar 12 nuevas equipaciones: 10 para la recogida de envases y otros dos para los residuos de papel-cartón.
A la vista de estos resultados, la directora general quiso trasladar su enhorabuena al vecindario de la Ribeira Sacra y al conjunto de la sociedad gallega porque gracias a su colaboración contribuyen la que la Comunidad mantenga una buena calidad de las aguas y del aire y, sobre todo, mejoran su capacidad para luchar contra el cambio climático.
En todo caso, Sagrario Pérez insistió también en la necesidad de mantener las acciones de información y sensibilización en las que desde hace años colaboran Xunta y Ecoembes con el fin de afinar la separación que hacen los ciudadanos en sus hogares, pues subrayó que a pesar de que los gallegos “reciclan cada vez más y mejor”, aun se detecta una cantidad de residuos impropios dentro de los contenedores amarillos que hay que reducir.
Asimismo, también felicitó a los regidores de la Ribeira Sacra por su compromiso e implicación con las políticas que promueven un aprovechamiento turístico y económico sostenible de los recursos naturales existentes en la zona. En este sentido, recordó que 16 de los 20 ayuntamientos de la comarca ya están adheridos al Pacto de las alcaldías por el clima y la energía, el mayor movimiento internacional para afrontar en clave local el cambio climático.